El Auditor es un profesional que posee entrenamiento y experiencia en los sistemas de gestión ambiental y deben tener la competencia, es decir la habilidad demostrada para aplicar los conocimientos y aptitudes.
Los
atributos del auditor constituyen requisitos que caracterizan la capacidad e
idoneidad para ejercer. Las normas generales establecen el ámbito y
competencias de la auditoría, son de naturaleza personal y están relacionadas
con las cualidades morales, de conocimiento y capacidad que debe tener el
auditor y con la calidad en el trabajo de auditoría.
Capacidad técnica y profesional.
El Auditor debe poseer la adecuada capacidad
técnica, experiencia y competencia profesional necesarios para la ejecución del
trabajo.
La capacidad técnica está constituida por el
entrenamiento y preparación a que ha sido sometido el auditor en la
metodología, procedimientos y técnicas de auditorías, y la actualización
continua, así como el desarrollo de habilidades y destrezas necesarias para
efectuar trabajos de auditorías con alto grado de calidad.
El auditor debe tener además un dominio avanzado
del idioma que le permita comunicarse verbalmente en forma efectiva y escribir
informes con claridad, energía y convencimiento.
Los auditores ambientales deben procurar su propia
educación continua en seminarios, conferencias, foros, cursos, programas de
entrenamiento y participando en actividades de divulgación de asuntos de la
especialidad y en normatividad ambiental.
Debe poseer condiciones personales que le permitan
encarar exitosamente su tarea, con debe ser el manejo global de cada situación,
no ajustarse a pautas rígidas, receptividad mental, poseer capacidad de
análisis lógico, creatividad, espíritu de observación, sensatez de juicio,
manejo de buenas relaciones con los auditados, sentido común.
Independencia
El Auditor debe adoptar una actitud de
independencia de criterio respecto a la entidad examinada y mantener libre de
cualquier situación que terceras personas pudiesen señalarle como incompatibles
con su integridad y objetividad.
Los auditores son independientes de la actividad
auditada, no están parcializados y no tienen conflictos de intereses. Los
auditores mantienen un estado mental objetivo durante todo el proceso de auditoría,
para asegurar que los hallazgos y conclusiones se basarán solamente en
evidencia.
La independencia de criterio es la cualidad que
permite apreciar que los juicios formulados por el auditor estén fundados en
elementos objetivos de los asuntos materia de examen. El auditor debe
considerar que su independencia debe estar libre de cualquier cuestionamiento.
Por lo tanto debe abstenerse de participar en cualquier auditoría en la cual
exista incompatibilidad o conflictos de intereses. El auditor debe estar libre
de impedimentos personales y profesionales para garantizar una labor imparcial
y objetiva en la entidad auditada.
Esta condición se cumple siempre y cuando dependa
de los más altos niveles de Dirección, que no realice tareas de línea, que
tenga responsabilidad profesional. El auditor se abstendrá de evaluar
operaciones en las cuales anteriormente tuvieron responsabilidad. La perdida de
independencia objetiva y mental del auditor elimina por completo la validez de
su informe y su cuestionamiento disminuye
considerablemente su credibilidad.
Cuidado y esmero profesional
El auditor debe actuar con el debido cuidado y
esmero profesional durante todo el proceso de la auditoría.
El debido cuidado y esmero profesional significa
emplear correctamente el criterio para determinar el alcance de la auditoría y
para seleccionar los métodos, procedimientos y técnicas de auditoría que deben
aplicarse.
Implica además que el auditor utilice su buen
juicio, aplique correctamente las pruebas y demás procedimientos de auditoría y
evalúe los resultados para la formulación del informe correspondiente.
El profesionalismo es el conjunto de habilidades,
destrezas y conocimientos que permiten la práctica de la auditoría de acuerdo a
la metodología, procedimientos y normas establecidas para desarrollar un
trabajo con calidad.
La supervisión adecuada y el entrenamiento
permanente contribuyen también a lograr un nivel adecuado de desarrollo de las
habilidades profesionales y a desarrollar un juicio profesional acorde con las
circunstancias.
Confidencialidad
El auditor debe mantener la confidencialidad
necesaria respecto a la información que conozca en el transcurso del proceso de
auditoría.
La confidencialidad implica mantener estricta
reserva respecto al proceso y los resultados de la auditoría, particularmente
al proceso y los resultados d la auditoría, particularmente los hechos, datos y
situaciones que sean de conocimiento del auditor debido al ejercicio de su
actividad profesional. Se entiende que el acceso a la información relacionada
con el examen está emitido solamente al personal nombrado y vinculado con la
dirección y ejecución del trabajo de auditoría.
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